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  • Foto del escritorMiguel Angel Ortiz Bonilla

Todo parece estar en contra, eso escuchamos diariamente, es el final

Sin dejar de estar atento a las circunstancias, a los dolores y a las muertes, a la corrupción y todo eso que sabemos y padecemos está lo otro.


Lo que mantiene la tensión entre el hoy y el hades.


El padre sol, las hierbas que crecen


La permanecía y el tiempo 45.

Óleo sobre aglomerado.

60x60cm.

2021.


La permanecía y el tiempo 46.

Óleo sobre tela.

2021.


La permanecía y el tiempo 47.

Óleo sobre tela.

80x80cm.

2020.


La permanecía y el tiempo 48.

Óleo sobre tela.

80x120cm.

2021.


La permanecía y el tiempo 49.

Óleo sobre aglomerado.

60x60cm.

2021.


La permanecía y el tiempo 50.

Óleo sobre tela.

110x170cm.

2021.


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  • Foto del escritorMiguel Angel Ortiz Bonilla

«Muerte de un naturalista»

Durante todo el año el dique de lino supuraba

en el corazón del pueblo; verde y de cabeza pesada

el lino se pudría allí, aplastado por enormes terruños.

A diario chorreaba bajo un sol de justicia.

Burbujas gorgojeaban con delicadeza, moscardones

tejían una fuerte gasa de sonido en tomo al olor.

Había también libélulas, mariposas con lunares,

pero lo mejor de todo era esa baba caliente y espesa

de huevos de rana que, a la sombra de las orillas,

crecía como agua coagulada. Aquí, cada primavera

yo llenaría los tarros de mermelada con gelatinosas

motas para poner en fila en el alféizar de la casa,

y en el colegio, sobre estantes, y esperaría y miraría

hasta que los puntos engordasen estallando en ágiles

renacuajos nadadores. La Señora Walls nos contaría cómo

a la rana padre se le llamaba rana toro

y cómo croaba y cómo la mamá rana

depositaba centenares de pequeños huevos y eso eran

babas de rana. También se podía predecir el tiempo por las ranas

pues eran amarillas al sol y marrones

bajo la lluvia.

Entonces, un caluroso día cuando los campos apestaban

a boñiga de vaca sobre la hierba, las airadas ranas

invadieron el dique de lino; yo atravesaba los marjales

agachado y al son de un áspero croar que no había oído

antes. El aire se espesó con un coro de bajos.

Justo al pie del dique ranas de gordas barrigas sé mantenían alertas

sobre terruños; sus nucas sueltas latían como velas. Algunas saltaban:

el slap y plop eran amenazas obscenas. Algunas se sentaron

dispuestas como granadas de barro, con sus calvas cabezas pedorreando.

Me sentí enfermo, di la vuelta y corrí. Los grandes reyes babosos

se reunían allí para vengarse y supe

que si metía mi mano las babas la agarrarían.

Seamus Heaney

De: «Muerte de un naturalista» – 1966

Traducción de Vicente Forés y Jenaro Talens

Poema original en inglés:

«Death Of A Naturalist»

All year the flax-dam festered in the heart

Of the townland; green and heavy headed

Flax had rotted there, weighted down by huge sods.

Daily it sweltered in the punishing sun.

Bubbles gargled delicately, bluebottles

Wove a strong gauze of sound around the smell.

There were dragon-flies, spotted butterflies,

But best of all was the warm thick slobber

Of frogspawn that grew like clotted water

In the shade of the banks. Here, every spring

I would fill jampotfuls of the jellied

Specks to range on window-sills at home,

On shelves at school, and wait and watch until

The fattening dots burst into nimble-

Swimming tadpoles. Miss Walls would tell us how

The daddy frog was called a bullfrog

And how he croaked and how the mammy frog

Laid hundreds of little eggs and this was

Frogspawn. You could tell the weather by frogs too

For they were yellow in the sun and brown

In rain.

Then one hot day when fields were rank

With cowdung in the grass the angry frogs

Invaded the flax-dam; I ducked through hedges

To a coarse croaking that I had not heard

Before. The air was thick with a bass chorus.

Right down the dam gross-bellied frogs were cocked

On sods; their loose necks pulsed like sails. Some hopped:

The slap and plop were obscene threats. Some sat

Poised like mud grenades, their blunt heads farting.

I sickened, turned, and ran. The great slime kings

Were gathered there for vengeance and I knew

That if I dipped my hand the spawn would clutch it.

Seamus Heaney

Seamus Heaney

Seamus Heaney nació en el Condado de Derry, Irlanda del Norte, el 13 de abril de 1939.

Escritor y académico, fue catedrático de Poesía en la Universidad de Oxford, Inglaterra.

Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1995.

Murió en Dublín, el 30 de agosto de 2013.



Cielo y tierra, 176.

Grafito sobre papel.

44x22.5cm.

2021.


Cielo y tierra, 178.

Grafito sobre papel.

44x25.5cm.

2021.


Cielo y tierra, 179.

Grafito sobre papel.

44x25.5cm.

2021.


Cielo y tierra, 180.

Grafito sobre papel.

44x25.5cm.

2021.


Cielo y tierra, 181.

Grafito sobre papel.

44x25.5cm.

2021.


Cielo y tierra, 182.

Grafito sobre papel.

44x25.5cm.

2021.


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  • Foto del escritorMiguel Angel Ortiz Bonilla

Las hojas voladoras que llegan hasta el jardín secreto.

Los contornos internos, repeticiones y espejos.



Cielo y tierra, Hojas 4

Plumón y grafito sobre papel

25x35 cm 2021



Cielo y tierra, Hojas 3

Plumón y grafito sobre papel

25x35 cm 2021



Cielo y tierra, Hojas 5

Plumón y grafito sobre papel

25x35 cm 2021



Cielo y tierra, Hojas 9

Plumón y grafito sobre papel

25x35 cm 2021



Cielo y tierra, Hojas 6

Plumón y grafito sobre papel

25x35 cm 2021



Cielo y tierra, Hojas 8

Plumón y grafito sobre papel

25x35 cm 2021




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